Un juego con el dominio del local, un error arbitral que afectó el marcador, y un visitante que intentó una vez más mostrar su control de la pelota y criterio en el pase pero que sigue sin convertirlo en goles. Esa puede ser la definición del triunfo (2-0) de Real Salt Lake ante Colorado Rapids.
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La demostración de superioridad de los locales fue solo puesta a prueba por Colorado durante 15 minutos en el segundo tiempo. Pero durante la primera parte, fue todo Real. Rio tinto está en camino a convertirse en un verdadero fortín en este 2012.
Saborío y Espíndola pusieron a trabajar en serio y constantemente a la defensa de Colorado, que no conseguía trascender en el ataque.
El primer gol llegó por intermedio de Saborío a los 20 minutos, luego de un centro desde la derecha de Beltrán. Saborío llegó al espacio libre la bajó con el pecho y la mandó a guardar.
Colorado no podía reaccionar en términos de oportunidades, a pesar de que era agresivo en la actitud y tocaba bien la pelota.
El segundo fue el polémico. Ya en el segundo tiempo, era el minuto 57 y una pelota al vacío para Fabián Espíndola, que estiró los brazos y bajó la pelota con el izquierdo. El arquero Pickens pidió que se pitara la mano, pero ni el central ni el línea reaccionaron, y mientras la pelota se iba al fondo, no muy claro si fue Wyne de autogol o el mismo Espíndola.
Era el segundo gol y Colorado se veía cada vez más lejos a pesar de que no hubiera jugado tan mal. El asunto era que el control, la posesión y los ritmos eran para el local. Beckerman fue clave en todos los aspectos del juego y fue el centro de su equipo.
Colorado con un par de cambios le dio otra cara a su ataque, que parecía algo más móvil y cercano al área local, pero aun así no pudo vencer a Rimando.
Al final, Real se llevó los tres puntos de manera sólida y contundente a pesar del error arbitral en la jugada del segundo. Y Colorado se regresa a casa con el sabor amargo de que no juega mal, pero tampoco lo suficiente para ganar.
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